“EL GRAN CAPRICHO DEL PRESIDENTE”
Columna
de
Héctor Manuel Pérez Cuéllar
“EL GRAN CAPRICHO DEL
PRESIDENTE”.
Nada más contradictorio que la famosa Guardia Nacional,
en la cual el Presidente recargó la solución para la Inseguridad que tiene
México, después de los años y meses por concluir su mandato, será el gran
fracaso de su sexenio.
El retorno al mando civil, ha caído en un desacato del
Presidente olvidando la vida republicana del País, donde la división de poderes
fue creada por los Constituyentes para el equilibrio de la vida pública de
nuestra Nación.
Entremos en detalle, después de 18 días que la Suprema
Corte de Justicia de la Nación determinó que la Guardia Nacional dejara de
estar bajo la tutela del Ejército, no hay señal alguna de que se incorpore a la
Secretaria de Seguridad y Protección Ciudadana, con la indicación y ejercicio
de su operatividad y del control administrativo que incluye el manejo de los Recursos
Financieros y Materiales que le fueron asignados para su desempeño.
El 2019 al ser creada, muchos de nosotros nos opusimos a
el destino que se les dio a todos elementos que se encontraban en la extinta
Policía Federal, pues los argumentos fueron que “TODOS” estaban contaminados de
corrupción, hoy a la distancia vemos que está Guardia Nacional no cumple por
mucho con lo que se hacía con menos elementos, se puede decir que está enfocada
en ser un brazo más del Ejército en las labores contra los grupos criminales
muy en específico que son brazos armados de los Narcotraficantes, pero que en
términos de la Proximidad Social son un “0” a la izquierda.
A las Secretarías de la Defensa y Seguridad Pública, la
Associated Press ha preguntado ¿cómo va la transferencia de la Guardia
Nacional?, y no dan ninguna respuesta, es entendible que el Presidente, diría
el dicho “tiene un as bajo la manga”, las iniciativas que presentará el 5 de
febrero creo deberá estar la respuesta para alargar la permanencia en la Defensa
Nacional, verán que así será, y esperar que en las elecciones tenga una mayoría
en ambas cámaras y hacer su santa voluntad, hoy la Ley pareciera que no es la
Ley.
La promesa, de sacar a los militares de las calles quedo
en el olvido, cualquier ciudadano de a pie puede constatar que el solo observar
a un Guardia Nacional tiene más de militar que de un Guardia con sentido de
Proximidad Social, ellos no apoyan en ninguna tarea que se refiera a ello
tienen que llamar a las policías locales para que atiendan cualquier caso.
Hablar de 126,000 elementos de la Guardia Nacional, son
de origen del ejército y marina en un 80% de acuerdo al INEGI, luego es fácil
de entender que de acciones policiales poco entienden pues su formación es
diametralmente opuesta a lo que se persigue, la proximidad está en cada calle,
barrio, colonia, población y ciudades de la República mexicana, no en los
hechos ya acontecidos y de persecución de quienes lo cometieron.
“Para que no se eche a perder”, justificante del
Presidente para que la Guardia Nacional permanezca en la Defensa Nacional, es
una utopía, basta observar que hacen realmente los elementos de la corporación,
lo mismo en las carreteras que en los lugares que tienen los efectos de la
Delincuencia Organizada, o son cómplices o son ausentes de los delincuentes, si
revisamos las notas periodísticas y videos, las carreteras del País son “Tierra
de Nadie”, ahí mandan los delincuentes, los Guardias Nacionales tienen un alto
grado de ineficiencia, solo basta recordar que en la extinta Policía Federal,
un solo elemento tenía a su cargo tramos carreteros de hasta 200 km., y se
notaba la eficiencia, hoy son ausentes y al parecer tienen arreglos con los que
delinquen como ha pasado en el tramo México-Puebla.
Si en nuestro Territorio, persiste la idea de tener una
Política Reactiva contra la Delincuencia, los resultados serán los mismos, no
hay forma de penetrar en las esferas sociales para la Prevención del Delito y
sobre todo impulsar “La Cultura de la Legalidad”, ese respeto de la Ley es una
de las funciones primarias de los Policías, pero también de la Guardia
Nacional, si no es así entonces los principios Constitucionales son letra
muerta y la norma queda en el olvido.
La Estabilidad Social y la Seguridad de la Nación, no se
puede disociar del principio federal y dirigir sus esfuerzos a cada rincón del
País, para que en una sola dirección se fortalezca el Federalismo y potencializando
la cohesión interna, es por ello que es de suma importancia la Coordinación de
Acciones de los cuerpos de Seguridad, donde la unidad de objetivos y destinos
de sus acciones son fuente de una fuerza suficiente para combatir los problemas
específicos, pero si cada Institución tiene formas distintas y mandos que no
concuerdan con la metodología a seguir, tenemos los desastrosos resultados que
padecemos hoy en día.
Para concluir es importante citar que, está demostrado
que los Cuerpos de Seguridad llámese como se llame, tanto Federales, Estatales
y Municipales, no se han ajustado a la cambiante realidad nacional con la
rapidez que se requiere, las conductas antisociales, no están por mucho, ni
controladas y menos erradicadas.
“no
repitas las tácticas que te han ganado una victoria, haz que tus métodos sean
regulados por la infinita variedad de circunstancias”. (Sun Tzu)
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