Deben revisar planes de emergencia del volcán
SIN LÍMITES
Deben revisar
planes de emergencia del volcán
*Inquieta el
Popocatépetl que volvió a despertar en 1994
Por Raúl
Torres Salmerón
El 21 de
diciembre de 1994, el volcán Popocatépetl explotó por primera luego de estar
tranquilo 70 años. A las 2 de la mañana, una intensa actividad interna abrió el
conducto interno y el gas expulsado salió con gran presión arrastrando el
material pulverizado del tapón que conservaba el cráter; ese material, al que
se llama coloquialmente ceniza, se extendió en una nube por los cielos y
produjo una abundante lluvia de arenilla sobre el valle de Puebla y Cholula.
La madrugada
y la mañana del 21 de diciembre de 1994 cayó ceniza sobre Puebla y Cholula y no
sobre Santiago Xalitzintla, lo que ocurrió después. Esa madrugada en ese pueblo
nada más se oyó un gran tronido. Con el amanecer, desde Puebla se veían las
columnas de más de 6 kilómetros de altura.
Eran tiempos
del sexenio del Gobernador Manuel Bartlett. En esos días se llevó a cabo la
primera evacuación de los pueblos cercanos.
La Secretaría
de Gobernación instruyó al Gobernador de Puebla para evacuar 16 comunidades que
sumaban una población de 75 mil personas para ser trasladadas a 8 albergues en
el estado de Puebla. Sin embargo, se estima que sólo se consiguió la salida de
15 mil personas, todas ellas de 22 comunidades rurales de la falda del
Popocatépetl en el Estado.
Un porcentaje
de aquellos que salieron se quedó en casa de parientes o amistades, no en los
albergues, cuyo número por otra parte ascendió a 26 en Puebla, Cholula,
Huejotzingo, Izúcar de Matamoros y Atlixco.
A casi 30
años de la erupción del Popocatépetl, que obligó a la evacuación de poblaciones
cercanas al volcán, y ante las constantes explosiones y flujos de material
incandescente y ceniza en los últimos días, el Centro Universitario para la
Prevención de Desastres Regionales (CUPREDER) considera que es necesario hacer
una revisión del Plan de Preparativos de Emergencia del coloso.
Alejandra
López, Directora del organismo de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla
(BUAP), hace las siguientes consideraciones al respecto en La Jornada de
Oriente:
-Al menos un
tercio de la población que vive en las inmediaciones de Don Goyo nació después
de la contingencia y no tiene información adecuada sobre la actividad volcánica
ni cómo actuar en caso de una erupción mayor.
-Es claro que
la actividad del Popocatépetl no ha cesado y no basta con mantener en buen
estado los caminos y carreteras que se han designado como rutas de evacuación,
ni reiterar en los discursos e informes oficiales la evidente insuficiencia de
transporte para sacar a la gente de la zona de riesgo, ni el mal estado de los
albergues.
-Lo que se
debe hacer es revisar el Plan de Preparativos de la Emergencia del
Popocatépetl.
-En esa
lógica, no sólo la población en torno al volcán ha cambiado en estas tres
décadas, sino también algunos de los integrantes de las instituciones oficiales
y organismos académicos que analizan la conducta del volcán.
-El CUPREDER
de la BUAP fue el Centro que ayudó al diseño de las rutas de evacuación de la
zona de riesgo del Popocatépetl hace casi tres décadas.
Por su parte,
Carlos Tovar, Investigador de dicho Centro, considera normales las emisiones
que ha presentado el volcán en las semanas recientes y explica que la caída de
ceniza se debe a la fuerza y orientación de los vientos que han soplado
principalmente para la región de Cholula y Puebla Capital.
El Centro
Nacional para la Prevención de Desastres (CENAPRED), ha reportado en estos días
la intensa actividad, mediante los sistemas de monitoreo del volcán
Popocatépetl, las múltiples exhalaciones acompañadas de vapor de agua, gases
volcánicos y ceniza, además de explosiones menores y moderadas registradas a
diversas horas. También se registraron más de 274 minutos de tremor de baja
amplitud.
El CENAPRED
explicó que las explosiones que ocurren en el Popocatépetl o en cualquier
volcán activo están acompañadas de señales sísmicas y sonoras, estas últimas
registradas mediante detectores de presión o con micrófonos.
Es posible
llegar a escucharlas con diferentes niveles de intensidad, dependiendo de
factores atmosféricos al momento de los eventos o por las condiciones
morfológicas del cráter.
Se trata de
un fenómeno normal y no necesariamente es un indicativo del incremento de la
actividad volcánica. Cabe hacer notar que en la condición actual del
Popocatépetl, caracterizada por la formación de pequeños domos de lava y su
posterior destrucción mediante explosiones principalmente de tamaño menor a
moderado, es probable que en los próximos días o semanas la población cercana
al volcán perciba estas fases audibles.
Mientras
tanto, las autoridades deben revisar los Planes de Emergencia, que incluye la
buena señalización y conservación de caminos de evacuación, así como contemplar
una educación a las nuevas generaciones que nacieron después de la primera
erupción en 70 años y las evacuaciones de diversas poblaciones.
En fin, como
escribió Gonzalo Ramos Aranda en su poema Camino Hacia los Volcanes:
Camino hacia
los volcanes,
las nubes
tersos gabanes,
guiado por
las fumarolas,
se me hacen
largas las horas.
Camino hacia
los volcanes,
soplan
vientos, huracanes,
escarpados
laberintos,
glaciares ya, casi, extintos.
raultorress@hotmail.com
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