Causas de accidentes en la México-Puebla
SIN LÍMITES
Causas de
accidentes en la México-Puebla
Privatizaciones,
las razones del porqué México tiene las carreteras más inseguras
Por Raúl
Torres Salmerón
El sábado 6
de noviembre se registró un accidente dantesco en la caseta de San Marcos, en
el kilómetro 33 de la autopista México-Puebla, donde perdieron la vida 19
personas. Bomberos, peritos, policías y la Guardia Nacional acudieron a la zona
donde un camión de carga se impactó contra más de 8 vehículos que se
incendiaron.
No fue un
hecho aislado. Hay una serie de factores que fueron promovidos durante el
sexenio del Presidente Ernesto Zedillo que ocasionó que las carreteras
mexicanas sean las más peligrosas del mundo y en particular este tramo.
De acuerdo
con el reportero Alejandro Ruiz del portal periodístico independiente Pie de
Página, aunque parezca un hecho aislado, este accidente se entrelaza con una
política de privatización que ocasionó que México tenga las autopistas y
carreteras más peligrosas del mundo.
Así lo
denunciaron diversas organizaciones sociales durante el Tribunal Permanente de
los Pueblos (TPP), Capítulo México, realizado durante los años 2012 y 2014. Y
como de costumbre las autoridades no les hacen caso, pero anuncian costosos
estudios para averiguar las causas de los constantes accidentes.
Durante el
sexenio de Ernesto Zedillo, de 1994 a 2000, la autopista México-Puebla cobró
vital importancia al ser uno de los epicentros de distribución del Plan Puebla
Panamá, que provocó la industrialización del centro del País para la
elaboración, transformación y maquila de materias primas y maquinaria.
Inaugurada en
1962, la México-Puebla se convirtió rápidamente en uno de los puentes de
conexión más importantes de México. Su estratégica ubicación, posibilita que,
por el centro del País circulen mercancías provenientes de los puertos del sur
poniente y oriente del país, trasladándolas hacia el Bajío, una de las regiones
ensambladoras más importantes a nivel nacional.
Este hecho,
sumado a la dependencia económica de la actividad industrial y maquiladora
generada a partir de la firma del Tratado de Libre Comercio con América del
Norte, han hecho que cada año, circulen más de 50 mil vehículos por esta
carretera, lo que eventualmente provocó su deterioro y colapso.
Otro de los
factores que ha provocado la sobrecarga de flujo vehicular en las carreteras del
país fue el desmantelamiento y privatización de los sistemas ferroviarios
nacionales, que privilegió el uso de trailers y camiones sobre el del
ferrocarril con el fin de seguir desarrollando la industria de la construcción
privada carretera.
Además, la
privatización de los caminos y carreteras del país ocasionó que el flujo
vehicular se sature en los tramos que no han sido concesionados, generando un
exceso y sobrecarga en estos tramos que, eventualmente, se traducen en
accidentes.
Aunado a
esto, en épocas recientes, el incremento de actividades delictivas asociadas al
crimen organizado reveló el abandono institucional por parte de las autoridades
estatales y federales, por lo que la México-Puebla es catalogada como una de
las carreteras más peligrosas del país.
LAS
CARRETERAS PRIVADAS
Como se
señaló durante las reuniones del TPP, los proyectos de construcción de
carreteras privadas consolidaron un modelo de reorganización territorial y de
circulación de la producción de mercancías que ha beneficiado sobre todo a dos
actores:
El primero,
fue el sector de la construcción, que obtuvo grandes ganancias a partir de la
concepción, proyección, construcción y operación de este tipo de
infraestructuras, además de que obtienen rentas por la operación de las
carreteras, por la fabricación de los vehículos que transitan por ellas o de
los insumos para construirlas. El segundo y más importante es la industria
maquiladora de Estados Unidos, que de alguna manera reorganizó el territorio
mexicano y con ello las carreteras.
El TPP en su
momento denunció que esta política ha trasladado los costos ambientales y
sociales generados a las comunidades; genera un crecimiento exponencial del
parque vehicular e incrementa el riesgo de transitar y vivir junto a ellas y estimulan el proceso de la
crisis climática por la generación de gases de efecto invernadero derivado de
las emisiones de los vehículos automotores.
Asimismo,
destruye zonas clave de conservación de bosques, agua y biodiversidad;
atropella los derechos colectivos de los pueblos; incentiva los flujos de la
economía criminal; favorece procesos de división y desplazamiento o migración
de las comunidades rurales y cuando fracasan como negocios, son rescatados
mediante recursos públicos.
Sin duda, los
datos expuestos en Pie de Página mueven a la reflexión.
En fin, como
escribió Francisco Acuña de Figueroa (Uruguay, 1791-1862), en su poema
Madureces:
Ansioso un higo comía
-cuenta a Gil
el viejo Arbelo-
y ¡tris!,
saltó un diente al suelo
de sólo tres
que tenía.
Es bien raro
el accidente
estando
maduro el higo.
Y aquel
contestóle: Amigo,
más maduro
estaba el diente.
raultorress@hotmail.com
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