Los enredos de Enrique Cárdenas “El Honesto”
Retórica
Alberto Rocha Vázquez
Los enredos de Enrique Cárdenas “El Honesto”
Cuando un personaje de la política ya tiene un colmillo largo y retorcido, lo que se espera son respuestas igual retorcidas, que al final no digan nada y solo confundan a la opinión pública.
Pero escuchar a un académico utilizar las mismas estrategias, no tiene tantita… consideración.
Al candidato –no abanderado- del PAN, PRD y MC, cada vez que se le han cuestionado algo, sus respuestas son las de un político sagaz, por no llamarlo maleado, que hablan tanto que al final no dicen nada, para rematar culpando a los demás, con actitud de víctima y señalando que se trata de “guerra sucia”.
De verdad da pena ajena que el ex rector, que quiere ser vendido electoralmente como un candidato ciudadano, puro y casto, responda con un ataque y luego tirándose al suelo por el tema de su salario en Conacyt.
Dice el candidato a la gubernatura, que la ley se lo permite, que está dentro de su derecho, cuando el tema es que está cobrando un sueldo que no desquita porque está en cam-pa-ña.
Es decir, está cayendo en todo lo que dice combatiría en caso de ganar la elección.
Como es posible que quien se dice honesto, no haya aclarado desde el inicio ese tema y tal vez decir que su salario lo donará a niños de escasos recursos o con alguna enfermedad terminal, o que simple y llanamente hubiera pedido un permiso especial sin goce de sueldo.
Digo, si lo que queremos es combatir la corrupción, no podemos permitir que maestros, investigadores, etc, cobren sin trabajar.
Y luego decir que se trata de “guerra sucia”, saliéndose por la tangente para enviar al electorado un mensaje equivocado, sin enfrentar su error o acto de corrupción, porque al final es lo que es, no se vale.
Pero así ha respondido Enrique Cárdenas Sánchez en todos los cuestionamientos que le ha hecho la prensa, con evasivas, culpando al de enfrente, gritando, rasgándose las vestiduras.
Aunque el tema de su declaración 3 de 3 no cuadre con sus bienes, aunque las empresas que le están trabajando “su imagen” estén envueltas en escándalos y señaladas por orquestar también “guerra sucia”, que tampoco ha aclarado sobre la auditoría que le practicaron en la UDLA y de la cual no pudo demostrar en qué gastó 9.5 millones de pesos.
Que primero se fue a Morena y como no le dieron nada brincó al otro extremo de la ideología política, que aún dice que aceptó ser candidato del PAN, PRD y MC porque no tuvo de otra.
Que aunque no ha hecho campaña, que quede claro, en comparación con las campañas normales de hace unos años, dicen (él y los partidos políticos que lo designaron) estar gastando millones de pesos sin transparentar correctamente esos gastos.
No le hace, aquí el asunto es salir lo mejor librado posible, tal vez llevarse una buena comisión de esas prerrogativas que no han llegado a los dirigentes municipales, por lo que en el interior del estado no se ve ni siquiera propaganda política.
Y después seguir cobrando, ya sin que nadie le pregunte si fue o no a trabajar.
Mientras tanto el panismo poblano y demás partidos satélites, seguirán haciendo su agosto con el dinero del pueblo, vendiendo la idea que son diferentes a los demás.
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