La seguridad en manos de allegados
Retórica
Alberto Rocha Vázquez
En cada entrevista, cuando le preguntan a la alcaldesa de Puebla, Claudia Rivera Vivanco, sobre las exigencias de los ciudadanos para que frene la inseguridad, responde que ya está trabajando, que aunque no se vea está "rompiendo paradigmas".
Si para la presidenta romper paradigmas es colocar a personajes sin la mínima capacidad y experiencia, entonces habrá que decirle que lo único que necesita la capital poblana es trabajar, no ocurrencias y discursos "mareadores".
Es decir, que será muy complicado que una señora que jamás ha estado en algún cargo dentro de la administración pública y que desconoce por completo sobre temas de seguridad, sea quien encabece la comisión de seguridad pública del Cabildo poblano.
No es posible que la regidora y presidenta de la comisión de Seguridad Pública del Cabildo, Ana Laura Martínez Escobar, quien hace unos días en rueda de prensa culpó a los medios de comunicación de magnificar la percepción de la inseguridad, tenga tal encargo.
Sobre todo porque si algo pregonó y prometió en campaña Rivera Vivanco fue acabar con la grave inseguridad de la ciudad, y ahora sólo escuchamos pretextos y culpabilidad de todos.
Pero veamos el perfil de la regidora en cuestión: es egresada de la Facultad de Ciencias Físicas Matemáticas, pero se tituló como licenciada en Computación en la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla.
Trabajó por 25 años en el Instituto Nacional de Estadística y Geografía, no ha trabajado como funcionaria pública y su carrera política inicia cuando se conforma el partido de Morena.
Es miembro fundador en la Comisión de Formación Ciudadana, responsable de los talleres de defensa del Agua del 2013 a 2015, fungió como secretaria estatal de Morena y del 2016 a la fecha es integrante del comité nacional de estudios de la Energía.
También ha sido secretaria estatal de Defensa de la soberanía, territorio y medio ambiente de Morena.
¿Pero porque llega a esta comisión? Esto se debe a que es gente muy cercana a la presidenta municipal Claudia Rivera Vivanco, se dice que su relación no es solo de amistad, sino las une un vínculo casi familiar, ya que desde que la presidenta se quedó huérfana de padre, Ana Laura es como la segunda madre de la ahora alcaldesa.
Incluso se sabe que la regidora morenista fue quien le abrió el camino a su carrera laboral a Claudia, ya que la ingresó a la plantilla del INEGI.
Incluso, una fuente muy bien informada asegura que la regidora Martínez Escobar vive en la misma casa de la alcaldesa, de ahí que existe un respaldo total para que continúe al frente de las principales comisiones del Cabildo, entre ellas la de seguridad ciudadana.
Entonces si el tener cargos de altísima importancia son para los más allegados, aunque carezcan de un perfil adecuado, la respuesta es que no se trata de ocurrencias ni de "romper paradigmas", sino de trabajar de manera adecuada, poniendo en los cargos a quien cumpla con la capacidad y experiencia, para que no sigan cayendo en excusas.
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