Contaminación del aire hará menos nutritivos a los alimentos
Aunque parezca alejado de la realidad, en menos de 30 años, los alimentos más importantes podrían perder importantes nutrientes.
Muchas veces no dimensionamos las consecuencias que la contaminación atmosférica y el cambio climático podrían tener tanto en la vida cotidiana como en nuestro estado de salud. Seguimos pensando que todo lo que tiene que ver con este tema está alejado de la realidad y que, si algún día nos alcanza, será en cientos de años, pero no es así.
Un nuevo estudio reveló este lunes 27 de agosto que a causa del aumento de CO2 en la atmósfera, de aquí a 2050, las cualidades nutritivas de muchos cultivos disminuirán drásticamente y esto podría generar carencias en zinc, hierro y proteínas en millones de personas.
El alza de esta concentración, "reducirá entre 3 y 17% la presencia de hierro, proteínas y zinc en muchos cultivos de base", aseguran investigadores de la Universidad de Harvard que analizaron 225 alimentos.
La disminución de las propiedades nutritivas de los alimentos estudiados podría generar carencia de zinc en 175 millones de personas y de proteínas en 122 millones, exacerbando además los déficits existentes en más de mil millones de personas, según el estudio publicado en la revista Nature Climate Change.
"La falta de zinc afecta al sistema inmunitario, los niños corren un mayor riesgo de contraer enfermedades, como infecciones respiratorias, malaria o enfermedades diarreicas", explicó el investigador Matthew Smith.
"Un déficit de hierro puede causar anemia" y aumentar la mortalidad en los partos, aseguró. Además, la falta de proteínas puede provocar un retraso en el crecimiento infantil.
Entre los cultivos clave más afectados están el trigo, el arroz y el maíz, que "contribuyen en alrededor de dos tercios en los aportes en proteínas, zinc y hierro en el mundo".
Cómo en muchas cosas más, son las poblaciones más pobres las más expuestas, puesto que a diferencia de las más ricas, no pueden completar su dieta con carne.
Las regiones más amenazadas son África del Norte, Oriente Medio y Asia, según el estudio.
"Las decisiones que tomamos a diario - cómo calentamos nuestra casa, cómo comemos, cómo nos movemos o qué compramos - provocan que nuestros alimentos sean menos nutritivos, poniendo en peligro la salud de otras poblaciones y de las generaciones futuras", según Samuel Myers, coautor del estudio.
Con información de AFP
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