La glándula timo: mediadora del bienestar y de nuestro sistema inmunitario
Para potenciar la funcionalidad del timo es fundamental que cuidemos nuestra dieta, hagamos ejercicio y gestionemos los focos de estrés para así mejorar también la respuesta de nuestro sistema inmunitario.
Para muchos es como un centro biológico de poder y donde se concentraría ese “cuarto chakra”, el cual, según estas tradiciones, representaría el corazón o nuestra capacidad de amar.
El propio nombre (thýmos) deriva del griego y significa precisamente “corazón, alma, deseo…”.
A su vez, este órgano se sitúa también en un lugar muy destacado, justo en el centro de nuestro pecho y detrás del esternón.
Quizá por ello ha tenido desde siempre esa mágica connotación para infinitas culturas y prácticas, alejadas, eso sí, de un enfoque científico objetivo.
Ahora bien, ¿hay algo de cierto en todas estas ideas? ¿es tan relevante esta pequeña glándula para nuestra salud y bienestar físico y emocional?
Estamos ante una glándula y, como todas las que hay en nuestro organismo, cumple un fin específico y esencial para la salud.
En este caso, es interesante saber que en el interior del timo maduran un tipo de células muy importantes: los linfocitos T.
Estas células son esenciales para nuestro sistema inmunitario, de ahí que sea interesante conocer muchos más datos sobre esta glándula tan destacada pero, a veces, poco entendida.
¿Es verdad que la glándula timo media en nuestras emociones positivas?
Si revisamos la mayor parte de la bibliografía y artículos realizados alrededor de la glándula timo descubriremos que presentan, de media, un enfoque poco científico.
Mucha de esta información se halla bajo el prisma espiritual, lo cual enmascara un poco la auténtica función de este órgano que, por sí mismo, ya es tan interesante como relevante.
Para empezar, el timo no media en nuestras emociones ni potencia la felicidad. Lo que hace en realidad es cuidar de nuestra correcta respuesta inmunitaria.
Funciones del timo
• El timo no es una sola estructura, sino un órgano formado por dos lóbulos situados en el mediastino, justo delante de nuestro corazón.
• Lo que hace en realidad es recibir las células T inmaduras de la médula ósea.
• Allí, y en ese entorno favorecedor, hará que dichos organismos imprescindibles para nuestro sistema inmunitario maduren para poder responder ante células extrañas y patógenos que puedan atacarnos.
• Llevará a cabo también este proceso mediante selección positiva, es decir, aquellas células que no sean aptas se “limpiarán” gracias a un tipo de macrófagos.
• Una vez las células T más aptas se hayan desarrollado por completo y sean plenamente aptas y funcionales, se liberarán al torrente sanguíneo para “matar” patógenos.
• Asimismo, y esto también es importante, activarán a las células B para producir más anticuerpos y almacenarán “recuerdos” sobre el modo en que han hecho frente a determinadas infecciones.
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