¿Cuáles son las funciones de la primera dama en México?
Estamos muy cerca de la que se convertirá en la elección más grande en la historia de México, estarán en disputa un total de 3 mil 400 cargos de elección popular.
Y entre todos esos cargos, los mexicanos tendremos que elegir a un nuevo presidente.
¿Alguna vez se han preguntado cuáles son las funciones oficiales que debe cumplir una primera dama durante el sexenio de su esposo? Ya no se lo pregunten más, pásenle por aquí.
Lo más importante es señalar que no es un cargo oficial legalmente hablando, más bien se trata de un título protocolar o ceremonioso que adoptan cuando su cónyuge llega al poder, en este caso cuando llega a ser presidente -o presidenta- de México.
No es un cargo de electo ni nombrado, no tiene funciones, ni responsabilidades o autoridad sobre otras personas, ni tampoco obtiene un salario y otra compensación. Comúnmente, lo que hace es cumplir con ciertas funciones de protocolo como acompañante del presidente en viajes o recepciones oficiales, y participar activamente en instituciones benéficas o de índole social.
Dejemos claro entonces que ser la esposa del presidente tiene muchísimas ventajas como tener una vida sin preocupaciones económicas, viajes, etc. Sin embargo, el otro lado de la moneda nos muestra un alto grado de responsabilidad al sujetar todo momento del día al escrutinio público y al seguimiento riguroso de protocolos.
Y, a pesar de que no es oficial ni en la Constitución ni en el organigrama de la Oficina de la Presidencia, el carisma y la imagen de la primera dama -o primer caballero- pueden influenciar bastante en la aceptación de un mandatario/a.
Una vez que sabemos que no es un cargo contemplado por la ley, las funciones de una primera dama/primer caballero son limitadas y en la mayoría de los casos se restringe a temas de carácter humanitario y de asistencia. Aunque su presencia es fundamental.
Es por ello que en todos los protocolos ceremoniales se les incluye, incluso en las Cumbres se solicita su presencia teniendo para ellas/él una agenda paralela y programas creados especialmente, en las cuales no sólo se destaca su función humanitaria sino su capacidad para dar a conocer la cultura o el rostro que un país necesita proyectar.
Uno de los cargos que sí tiene es hacerse cargo de la Presidencia del Sistema Nacional para el Desarrollo Integral de la Familia -DIF- porque de hecho, fueron ellas las que impulsaron la fundación del Instituto Nacional de Protección a la Infancia -INPI-, mismo que sería antecedente del DIF. Y aún así, no hay nada que las obligue a involucrarse formalmente en programas oficiales de desarrollo social.
Básicamente las formalidades con las que tiene que cumplir una primera dama/primer caballero van intrínsecamente ligadas a las del presidente/presidenta.
Por ejemplo, en México existen 6 protocolos establecidos para el presidente de acuerdo al contexto en que se encuentre: el Protocolo de Estado, Protocolo Nacional, Protocolo Internacional, Protocolo Militar, Protocolo Civil y Protocolo Religioso.
De acuerdo a ello, la primera dama deberá adecuar su vestimenta y comportamiento.
La primera regla del protocolo presidencial es que la primera dama no debe ‘opacar’ la figura de su esposo. Por lo tanto, tiene que caminar a la izquierda y un paso atrás del presidente siempre y cuando sean los únicos en el camino.
Con información de Sopitas
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