Lalo Rivera se hunde en sus mentiras
RETÓRICA
ALBERTO ROCHA VÁZQUEZ
Pretendiendo defender lo indefendible; yunques, despistados y algunos antimorenovallistas se hundirán junto con Eduardo Rivera Pérez en su red de mentiras.
Aquellos que por rencor o complicidad buscan victimizar al ex presidente municipal de Puebla, ya olvidaron aquel día negro para Lalo Rivera, cuando en sesión extraordinaria de cabildo, con 13 votos a favor, 7 votos en contra y 4 misteriosas ausencias, se aprobó en medio de un mar de dudas la cuenta pública del año 2013.
Misma cuenta pública que ahora tiene en jaque al “perseguido político” y su grupo, y que llevara a que Rivera Pérez se desbocara hace unos días, al hacer declaraciones que solo lo evidenciaron aún más, toda vez que si tuviera la conciencia limpia no tendría por qué definirse como un perseguido y víctima de represión.
El caso es que una vez conociéndose sobre el inicio del Procedimiento Administrativo que le inició el Congreso del Estado, por no comprobar más de 411 millones de pesos en ese ejercicio fiscal del 1 de enero al 31 de diciembre, habría que hacer un poco de memoria y revivir el origen del actual procedimiento, para que no se confunda a la ciudadanía al decirle que es un tema de revanchismo, sino de privilegiar que los recursos públicos se apliquen de manera honesta y sobre todo transparente.
En aquella sesión del día 7 de febrero del 2014, previo al tercer y último informe de gobierno municipal de Rivera Pérez, Roberto Villareal Gutiérrez y Alejandra Domínguez Narváez del PANAL, Carlos Ibañez, en ese momento panista, Pedro Alberto Varela y Myriam Mozo, José Octavio Castilla del PRI y Alfonso Cañete del PT, fueron los únicos que se opusieron a que se aprobara la multicitada cuenta pública por registrar inconsistencias alarmantes.
Mientras que María de la Luz Teodora Ramírez, Sandra Montalvo Domínguez, Julio Cesar Sánchez Juárez y Lourdes Dib Álvarez, ellos priistas, fueron los regidores que por razones hasta ahora desconocidas no asistieron a la fatídica sesión de cabildo de aquel gobierno municipal.
Incluso, previo a esa sesión extraordinaria de cabildo, trascendió el escándalo que se originó entre los regidores inconformes, incluidos panistas, cuando el entonces Tesorero Municipal Manuel Janeiro, buscó por todos los medios convencerlos de aprobar la cuenta pública, situación que por momentos se salió de control ante las irregularidades que habían encontrado los regidores y que por tal razón no dieron finalmente su voto a favor.
Pero más aún, como olvidar cuando el ex regidor panista Carlos Ibañez, evidenció con estados de cuenta en mano, sobre el bono que entregaron a los regidores para que dieran su voto a favor de la cuenta pública 2013 de Eduardo Rivera.
Entonces, ¿por qué el ex edil yunquista se tiró al suelo, por qué busca victimizarse y politizar un tema que a todas luces es administrativo?
La respuesta puede más que obvia, porque si se toman en cuenta estos elementos que están debidamente documentados en varios medios de comunicación, puede deducirse que Lalo está metido en serios problemas y sabedor que tiene todas la perder, está optando por el escándalo mediático.
Lo que tal vez no está midiendo el ex edil, es que datos como los arriba señalados y videos que se han revivido en redes sociales, son la punta del iceberg de todas las irregularidades que cometió durante su administración.
Por eso, aquellos que lo están defendiendo y casi santificando, deben tener cuidado de cómo quedarán ante la opinión pública.
No hay comentarios.