Genoveva Huerta y Pablo Rodríguez, los damnificados por el escándalo JACH

Retórica

Una de las diputadas del PAN que más preocupadas están por el escándalo de Jorge Aguilar Chedraui es Genoveva García Huerta, pues su futuro político está ligado al líder del Congreso.

Resulta que desde 2015 la diputada es una de las fieles seguidoras del "grupo JACH", al cual se suman Pablo Rodríguez Regordosa y su esposa Mónica Rodríguez, Patricia Leal, además de operadores panistas en la Secretaría de Salud.

Genoveva Huerta debe preocuparse porque su aspiración a la diputación local en Puebla podría verse truncada ante la caída de su líder político.

Y me cuentan mis fuentes que a esta circunstancia política externa a la legisladora federal debe sumarse la animadversión que la esposa del gobernador Antonio Gali, Dinorah López, siente por ella.

Mis fuentes aún no me ha informado la causa de ese rechazo, pero la diputada que es propietaria de la empresa de música Simphonykids está en un predicamento.

Por cierto, Pablo Rodríguez Regordosa será otro de los damnificados por el efecto JACH.

El panista aspira, como ya lo reconoció, al senado de la República al mismo tiempo que a la dirigencia estatal del PAN.

Grave error admitir tal aspiración porque ello representa un ataque directo a Jesús Giles y a la señora Martha Erika Alonso de Moreno Valle, esposa del gobernador y presidenciable Rafael Moreno Valle.

Es un ataque porque el hecho de que el líder municipal del PAN se lance a buscar la posición que aún no han dejado ni el joven dirigente estatal ni la señora Alonso de Moreno Valle representa una ausencia de decoro político.

¡Cómo aspirar a algo que ni Giles ni la esposa del gobernador Moreno Valle han dejado!

Su aspiración es un ataque abierto contra los dos grupos más poderosos del panismo local: el del gobernador y el del diputado Eukid Castañón.

Muy mala jugada política por parte de Pablo Rodríguez.

¿Será por eso que peligra su posición en la dirigencia municipal del PAN para el próximo gobierno?