El “chicaneo” de Claudia Rivera

Retórica

 

Alberto Rocha Vázquez

 

El “chicaneo” de Claudia Rivera

 

Si en algo se ha destacado el gobierno municipal de Claudia Rivera Vivanco es en esconder perfectamente bien su “cochinero” financiero.

 

Sus asesores en esa materia son de lo mejor, de ahí que el día de ayer la alcaldesa de Morena le ganara una batalla al poder legislativo local, ya que llevó a cabo una “chicaneada” de antología.

 

Eso le sirvió a Rivera Vivanco para que cumpliera a medias, pues ante la opinión pública puede ufanarse de haber acudido ante la Comisión Inspectora de la Auditoría Superior del Estado, pero en lo sustantivo -simple y sencillamente- no compareció.

 

Insisto, un excelente “chicaneo” que le permitió ganar tiempo, para seguir planeando como desvirtuar la realidad, ya que los temas que le preguntarían los legisladores no tienen respuesta.

 

Los actos de corrupción pueden verse a kilómetros, no hace falta ser experto en la materia para saber que nunca se vio la entrega de despensas, tampoco de los kits de higiene, menos se sabe cuántos compraron y cuál fue el precio final.

 

Lo mismo sucede con los ventiladores, las videocámaras de seguridad, las pocas obras que se han designado, sobre todo la obra de la 5 de Mayo y en general, tantos otros temas como de los ambulantes y moches en varias dependencias municipales.

 

Ese es y será el sello de éste ayuntamiento, el que siempre tuvo una extraordinaria excusa para no darle respuesta, no a los diputados o a la prensa, sino a los habitantes y habitantas –por aquello del lenguaje inclusivo-.

Claudia Rivera lo que hará es tirarse al piso, desgarrarse las vestiduras y victimizarse para no rendir cuentas claras, seguirá repitiendo hasta el cansancio su misma narrativa, pues sin ningún rubor repite “no mentir, no robar, no traicionar”, cuando es precisamente lo sigue ocurriendo en su administración.

 

Seguirá diciendo que es víctima de una persecución política, tal vez con cierta razón, pero no con un motivo suficiente para no cumplir lo que tanto pregonó y pregona.

 

Es un hecho que ésta no es la Cuarta Transformación, tal vez solo sea la coyuntura para llegar a ella.