El argumento de la “guerra sucia”
Retórica
Alberto Rocha Vázquez
El argumento de la “guerra sucia”
El pobre argumento ante una denuncia clara y contundente en contra de algún “político” o aspirante a tal, es “me están orquestando una guerra sucia”.
Como si de esa manera se borrara en automático toda sombra de delito.
Siempre se ha hablado del cinismo en la clase política, pero en los últimos tiempos se ha agudizado por esos que se dicen no ser políticos, sino candidatos ciudadanos o políticos santificados.
El asunto es que, aunque así logran confundir a la opinión pública, sus delitos ahí están, denunciados y listos para ser investigados a fondo, lo que en consecuencia derive en una sanción penal o económica, y lo mejor; en una sanción del electorado al no votar por esas lacras disfrazadas de blancas palomas.
Para ser precisos, en ésta campaña electoral extraordinaria, tanto Miguel Barbosa como Enrique Cárdenas, se han lanzado de todo y con todo, para ver quien está menos manchado de "sus choncitos”, como lo diría el propio candidato de Juntos Haremos Historia.
Cuando a Barbosa lo denunció el mismísimo suplente de Ricardo Monreal en el Senado, sí, de aquel que vendrá a alzarle la mano como si nada hubiera pasado; la respuesta del candidato a gobernar Puebla fue que le estaban orquestando una "guerra sucia".
Con eso se lavó las manos, así evadió a la opinión pública y salió medianamente ileso, ya que el circulo rojo es el único que se enteró más del asunto, pues el grueso del electorado no analiza ni reconoce la gravedad de la denuncia por lavado de dinero y enriquecimiento inexplicable.
Y ahora que está en capilla el candidato del PAN y secuaces, Enrique Cárdenas su riqueza igual de inexplicable y una denuncia por defraudación fiscal y peculado, utiliza la misma artimaña de la “guerra sucia”.
Esa es su mejor defensa de hoy en día, tirarse al suelo, hacerse los mártires, los indefensos ante ataques infundados para frenarlos ya que su aceptación entre los ciudadanos es enorme.
Así buscan librar sus corruptelas, al fin que la gente no lee, no analiza y solo opina en redes sociales, dejándose llevar por una horda de trolles, ya de ambos bandos, que desvirtúan la información real para hacerla parecer falsa y la falsa para hacerla una verdad.
Pero sigan dejándose llevar por el canto de las sirenas, al final verán el resultado de su apatía.
No hay comentarios.