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Trump se lava las manos y culpa a su ex-abogado de la financiación ilícita


Donald Trump se revolvió este miércoles por la mañana contra su presunta implicación en unos actos de carácter delictivo y que dejan al presidente de Estados Unidos en una posición muy delicada. El mandatario acusó a Michael Cohen, quien fuera abogado y persona de confianza durante años, de haberse inventado "historias" para lograr un trato mejor con la justicia, después de que este se declarase la tarde anterior culpable de financiación ilegal de la campaña electoral y señalase a Trump como instigador del acto. Cohen reconoció el martes ante un tribunal de Manhattan que en los meses anteriores a las elecciones de 2016, y bajo las directrices del entonces candidato republicano, había pagado a dos mujeres para callar sobre sus supuestas relaciones sexuales con Trump con el fin de proteger su imagen. Es decir, señaló bajo juramento a Trump como responsable de un delito federal.

El presidente se defendió a través de varios mensajes en su cuenta de Twitter con las dosis de contradicción suficientes como para no dejar claro qué es exactamente lo que desmiente Por una parte, acusó a su exabogado de engañar, pero, por otra, recalcó que las confesiones realizadas por este la noche anterior no suponían ningún delito. "Michael Cohen se ha declarado culpable de dos cargos de violación en la financiación de campaña que no son un delito", escribió, para acto seguido equiparar el caso a una infracción del expresidente demócrata Barack Obama correspondiente a 2008: "¡El presidente Obama tuvo una gran violación de financiación de campaña y se acordó de forma sencilla!", dijo.

La campaña de Obama fue multada en 2013 con 375.000 dólares tras una auditoría de la Comisión Electoral Federal en la que se reveló que no comunicaron en el plazo adecuado alrededor de un millar de contribuciones de última hora que sumaban dos millones de dólares. La penalización tuvo lugar de mutuo acuerdo por las partes.

Lo reconocido por Cohen sí supone delito. Su confesión tuvo lugar la misma tarde en la que el exjefe de campaña del mandatario, Paul Manafort, era declarado culpable de 8 de los 18 delitos por fraude que le imputaba el fiscal especial a cargo de la trama rusa, Robert Mueller. Aunque la investigación contra Manafort comenzó en el marco de la trama rusa para influir en las elecciones, la condena se refiere a hechos privados que no afectan a Trump más allá de que es la persona a la que confió su campaña electoral.

Sobre Manafort, Trump aseguró este miércoles sentirse "muy mal". "Al contrario que Michael Cohen, él rechazó inventarse historias para llegar a un acuerdo. Todos mis respetos para este hombre valiente", escribió.

Con información de El País

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