Martha Erika y su gran compromiso

Retórica
Alberto Rocha Vázquez

Una vez recibiendo Martha Erika Alonso su constancia de mayoría por parte del IEE, que la acredita como gobernadora del estado electa, inicia un enorme compromiso para la que será la primera mujer en llevar las riendas de Puebla.

Al celebrar el triunfo, que ya se percibe irreversible dadas las últimas declaraciones de Morenistas nacionales y locales, lo que mencionó la propia gobernadora electa de garantizar un gobierno más humano, sin duda alienta a creer que no tendrá la misma mano dura de Rafael Moreno Valle.

Y si a tales declaraciones le sumamos que deberá tener un pulso de cirujano para llegar a acuerdos con el congreso local con mayoría de Morena, el panorama se percibe aún más alentador para las y los poblanos.

Es sabido que el poder absoluto corrompe absolutamente, por ende el equilibrio entre poderes es lo más sensato para que los más beneficiados sean los ciudadanos y no grupos políticos.

La tarea de conciliación y para quitarse el estigma de ser la esposa de Moreno Valle será titánica para la primer mujer que gobernará el estado, pero existe la confianza en que cumplirá sus compromisos de campaña.

En las redes sociales, más allá de la tremenda ola de desinformación que se generó antes, durante y después de la elección, se percibe un hartazgo generalizado con los actuales grupos nacionales en el poder, que por lógica raspa a la política poblana.

Por eso, Martha Erika tendrá que contar con el apoyo de todos aquellos que integren su gabinete, para disuadir con un trabajo honesto y humilde a quienes creen que se robó la elección, acusaciones que por cierto no prosperaron, pero pareciera más por un acuerdo cupular.