Candidatos pobres, pobres candidatos
Retórica
Alberto Rocha Vázquez
Para desgracia de la política actual, ya no hay candidatos con "ángel", que tengan una simpatía natural, carisma o al menos empatía con el electorado.
Y sin esas cualidades, muy difícilmente la gente sigue sin ningún interés a personajes grises, sin chiste y nula preparación política y académica.
Es así que con la extinción o la falta de seguimiento a verdaderos valores, esos que eran conocidos como líderes naturales, desaparecieron, por lo que ahora el proselitismo se lleva a cabo a base de dinero, sin importar el origen.
Ahora bien, o peor, si la mayoría de candidatos y candidatas, chiquillos y chiquillas, no cuentan ni con carisma, ni con capacidad, ni con arraigo, y todavía peor, ni con dinero, su realidad es que son candidatos en pobreza extrema.
Es el triste calvario que viven la mayoría de los designados a un cargo de elección popular, que aceptaron ser postulados, con la promesa de recibir las prerrogativas que marca la ley electoral.
Muchos de ellos ya iniciaron "formalmente" sus campañas proselitistas para un cargo federal y no salen ni en spots, no tienen propaganda genérica y menos tienen reuniones porque no les ha llegado el recurso prometido.
La misma suerte están viendo muchos de los candidatos a una diputación local o presidencia municipal, que no saben ni cómo hacerle para arrancar la campaña en los próximos días.
Simplemente, sus dirigentes de partido los evaden, los reagendan o los ignoran para estirar la liga lo más que se pueda para embolsarse ese recurso llamado prerrogativa, que no es otra cosa, que dinero público que salió de los impuestos que pagamos millones de mexicanos.
Un tema que es imperativo investigar y exigir como medio de comunicación o como ciudadanos, para exigir que se transparente ese dinero que ya anunció el INE haber entregado en tiempo y forma.
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