Los bandazos y "bisnes" de Barbosa

Retórica
Alberto Rocha Vázquez

Con un gesto de fármaco dependiente, aislado de toda realidad y con la pose que te brinda ser un Senador de la República con licencia, es como ven a Luis Miguel Barbosa Huerta, los seguidores y adictos a Andrés Manuel López Obrador.

Los más morenistas que el propio AMLO, creen que "él Ñoño" solo llegó a cumplir con una encomienda, supervisar que se lleve a cabo el acuerdo entre la verdadera cúpula política nacional.

Se comenta entre el morenismo, que "el Nene consentido" busca allegarse de algunos recursos extras para su jubilación, pues al más puro estilo priista, está cobrando en cada municipio y diputación local, la cantidad de 50 mil pesos para "pagar" la encuesta que determinará quién será el abanderad@ del Movimiento de Regeneración Nacional para las próximas elecciones.

La duda de esos feligreses de AMLO, radica en torno a que nadie sabe que encuestadora y bajo cual metodología aplicará dicha encuesta, para saber que personaje garantiza el triunfo para las causas populares del tabasqueño.

Para esos militantes de MORENA, Barbosa Huerta vive "enchochado", para resistir el trauma psicológico y los dolores lógicos que le causa la amputación a una de sus extremidades.

Afirman que se percibe a Luis Miguel Barbosa con dosis altas de pastillas, lo cual -a todas luces- no le permite analizar con exactitud a cada uno de los perfiles que le están vendiendo, como la panacea, para entregar buenas cuentas al llamado mesías tropical.

Se dice, que en cada reunión de "evaluación", Luis Miguel Barbosa encara y reta a los militantes de Morena, a entregar la lista de enrolados, para asegurar o al menos sentirse tranquilo, de que entregará los resultados que demuestren que desquitó las prerrogativas que está manejando a su antojo.