Lágrimas y risas generó el registro de Martha Erika

Retórica
Alberto Rocha Vázquez

Muchos apostaron porque Martha Erika Alonso (de Moreno Valle) no llegaría a registrarse como precandidata del PAN y de la coalición Por México al Frente, porque los acuerdos con Ricardo "el Cerillo" Anaya no alcanzarían para ello.

Juraban una y otra vez, que Lalo Rivera sería el ungido; más por deseo, que por argumentos sólidos y verdaderos análisis sobre cómo se está comportando la cúpula política nacional.

El rencor hacia Rafael Moreno Valle, hizo que esos analistas se cegaran ante una cruda y fuerte realidad, que el PRI tendría que negociar hasta con el diablo, con tal de no perder la presidencia de la República.

Creyeron o quisieron creer, que en realidad Anaya se manda solo, también olvidaron que el precandidato de Por México al Frente, habría olvidado que Rivera siempre estuvo del lado de Margarita Zavala, la misma que ha estado atacando al queretano y que renunció de fea forma al albiazul.

Finalmente Martha Erika quedó registrada como precandidata a la gubernatura de Puebla, y Lalo para la presidencia municipal, así se evitó que el panismo se dividiera aún más y se diera una mala señal al electorado.

Pero no garantiza que el grupo del morenogalismo trabaje de la mano con el toluqueño, y así, dejándolo a su suerte, gane quien sea candidato del PRI para sumar los votos que necesita Toño Meade para la presidencia del país.

El mismo escenario se repetirá en las diputaciones federales, locales y alcaldías, donde tengan que dejar operar al priismo pondrán a candidatos débiles, sin recursos ni estructura.

De lo que se trata es de blindar Puebla y cumplir el acuerdo con el grupo que ostenta actualmente el poder en la nación.