Sexo casual, ¿por qué no?
El sexo casual no es tan malo como lo han querido pintar, según expertos, hasta tiene beneficios.
Esta práctica sigue siendo un tema que genera controversia entre las personas y se han expuesto en diversos estudios lo perjudicial que puede ser para el autoestima de quienes lo practican, en los adolescentes sobre todo.
Pero olvídense de todo lo anterior, porque se ha comprobado que practicar sexo casual aumenta la autoestima.
De acuerdo con el estudio, las personas manifestaron tener mayores niveles de autoestima, menores niveles de depresión y ansiedad.
Por el lado de las mujeres, tienen más posibilidad de alcanzar un orgasmo durante el coito, pues viven una mezcla de emociones y sensaciones.
No hay límites. Esta etapa es la mejor para experimentar, nada es obligado y todo lo que se te ocurra es una alternativa válida, siempre y cuando seas responsable de tus actos, pues se supone que el sexo casual surge entre personas solteras.
Luego quienes sean recurrentes en estas prácticas se vuelven más críticos a la hora de escoger una pareja a largo plazo, lo que se traduce en personas que buscan a otras personas que valgan la pena en su vida.
Lo importante es saber que, como en todas las prácticas sexuales, no hay totalidades. Para quienes lo toman como opción, o no, puede derivar en diferentes aportaciones a su sexualidad. La diversidad es justamente lo ‘bueno' de estos temas.
Ojo con las reglas
Infórmale a alguien de confianza con quién te fuiste y a dónde te fuiste. Esto es por simples cuestiones de seguridad.
Evita tomar esta decisión de manera espontánea y, sobre todo, bajo los efectos del alcohol. Si lo vas a hacer, tienes que estar plenamente convencido y en tus cinco sentidos.
Jamás pienses que te llamará después. No te hagas demasiados rollos en la cabeza. Elimina los sentimientos de culpa. Recuerda que eres una persona madura e independiente que buscaba disfrutar de un momento de placer.
No te cohíbas. Esta es tu oportunidad para sacar todos tus deseos y fantasías sexuales. Actúa libremente y satisfácete.
Con información de El Siglo
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