Atribuyen milagro al Papa Francisco
SIN LÍMITES
Atribuyen
milagro al Papa Francisco
Mamá asegura
que su hijo lo recibió tras encuentro con el Pontífice
Por Raúl
Torres Salmerón
Fue uno de
los momentos virales en El Vaticano del año 2021. Un niño con vestimenta
deportiva, lentes y una mascarilla, se acercó espontáneamente a saludar al Papa
Francisco en medio de una audiencia general.
Sin embargo,
hay más detalles de este encuentro imprevisto del mes de octubre. El niño de 10
años sufría de epilepsia y autismo. Su salud había empeorado de forma tan grave
que los médicos temían que pudiera tener un tumor cerebral.
Paolo
Bonavita estaba en Roma ese día para hacerse exámenes médicos. Su madre, Elsa
Morra, le dijo a CNA –agencia en inglés del Grupo Agencia Católica de
Informaciones (ACI), que tras la audiencia papal siguió una inexplicable mejora
en la condición de su hijo.
Es un
milagro. Es un milagro, para nosotros, para mi familia, dijo.
Al comienzo
de la audiencia transmitida en vivo el 20 de octubre, Bonavita subió
inesperadamente los escalones hacia el Papa en el Salón Pablo VI del Vaticano.
Paolo no tuvo
fuerzas para subir. De hecho, cuando Paolo baja las escaleras necesita un
apoyo, una mano o un pasamanos, pero ese día pudo subir solo. Tropezó un poco,
dos o tres veces, pero enseguida tuvo el instinto de volver a levantarse. El
Señor estaba con él ese día, muy cerca, le había dado la mano, estoy
convencida, contó Elsa.
Cuando Paolo
se acercó a Francisco, el Papa sonrió y estrechó la mano del niño y también
saludó a su madre. Le tomó la mano y dijo: ¡Signora, forza! --¡Señora, fuerza!
--. Lo imposible no existe para ti. Estaré cerca de ti en la oración. Sigue
adelante. Has hecho tanto por tu hijo. Eres una súper mamá.
El
colaborador de la Prefectura de la Casa Pontificia, Monseñor Leonardo Sapienza,
que se sienta a la derecha del Papa en las audiencias generales, se levantó y
cedió su asiento a Bonavita. Los peregrinos aplaudieron y Paolo se unió a
ellos, aplaudiendo con entusiasmo.
Luego, el
lector de la lengua española se acercó sonriendo y pronunció el pasaje de la
Biblia, mientras que el pequeño se puso nuevamente de pie, fue hacia el Papa,
le tomó los brazos y saltó frente a él. Poco después, el niño comenzó a señalar
con la mano el solideo --gorro blanco-- del Pontífice.
Cuando tocó
el turno al lector de lengua portuguesa, el pequeño se acercó a él, lo tomó de
la mano y lo llevó hacia el Papa, por lo que las personas presentes aplaudieron
nuevamente, mientras que el pequeño volvió a señalar el solideo del Papa.
Finalmente,
el pequeño recibió un solideo blanco que se puso en la cabeza y regresó a
sentarse a su lugar con sus familiares.
Cuando el
Papa inició su catequesis retomó en forma espontánea el episodio y señaló: Me
acordé de lo que dijo Jesús sobre la espontaneidad y la libertad de los niños,
cuando este niño tuvo la libertad de acercarse y moverse como si estuviera en
su casa... Y Jesús nos dice: También ustedes, si no se comportan como niños, no
entrarán en el Reino de los Cielos.
En esta
línea, el Santo Padre alentó a tener la valentía de acercarse, de abrirse, de
no tener miedo del Señor. Agradezco a este niño la lección que nos ha dado a
todos. Y que el Señor le ayude en su limitación, en su crecimiento porque ha
dado este testimonio que le salió del corazón. Los niños no tienen un traductor
automático del corazón a la vida: el corazón sigue adelante.
RESULTADOS
MÉDICOS SORPRENDENTES
Elsa recibió
una llamada telefónica la noche de ese día, 20 de octubre, para pedirle que
llevara a Paolo a realizar pruebas al día siguiente en su ciudad natal de Bari.
A los médicos
les preocupaba que Paolo tuviera niveles muy altos de prolactina, una proteína
segregada por la glándula pituitaria, que puede aumentar después de los ataques
epilépticos.
La madre y el
niño asistieron a la cita el 21 de octubre. Tres días después, un médico llamó
a Elsa para decirle que el nivel de prolactina de Paolo había caído de un
máximo de 157 a 106, aunque los médicos no sabían cómo ni por qué.
La madre dijo
que ella y Paolo regresaron a Roma el 5 de noviembre para hacer más pruebas. En
dos semanas el nivel de prolactina de Paolo, bajó a 26, que son otros 80 puntos
menos, explicó.
También
registró un aumento en el nivel de hemoglobina, la proteína que transporta el
oxígeno por todo el cuerpo, lo que es fundamental para Paolo, ya que sufre un
trastorno sanguíneo llamado talasemia.
Elsa dijo que
los médicos pudieron descartar la hipótesis de que Paolo padecía un tumor o
esclerosis, una cicatriz en el cerebro.
La noticia
fue un gran alivio para la madre, a quien le preocupaba que su hijo no pudiera
soportar una cirugía. Temía que una operación llevara a Paolo a ser confinado a
una silla de ruedas o incluso a la muerte.
Hablando con
CBS News en noviembre pasado, se le preguntó a Elsa qué le gustaría decirle al
Papa Francisco después de la reunión que le cambió la vida a su hijo. Gracias
por el milagro, dijo.
En fin, como
escribió Manuel del Palacio (España, 1831-1906), en su poema:
Súbito ruge
el huracán furioso
y en la costa
el esquife ya a cubierto,
mira
estrellarse el buque poderoso.
Tal es de la
fortuna el fallo cierto,
El humilde se
salva, el orgulloso
tan solo por
milagro gana el puerto.
raultorress@hotmail.com
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