El pueblo ya despertó

Retórica

 

Alberto Rocha Vázquez

 

El pueblo ya despertó

 

Sin duda el gran ganador de los comicios celebrados éste domingo fue el pueblo.

 

Finalmente, se percibió que los ciudadanos y ciudadanas ya están cansados de discursos vacíos y lo que exigen son resultados.

 

La de ayer, fue una clara muestra que no importa ya el partido o coaliciones, sino la persona.

 

La relección fue un rotundo fracaso para las alcaldesas del área metropolitana y la capital poblana, producto de los enormes yerros que cometieron, fue el reflejo fiel del hartazgo social.

 

Quedó claro, que la soberbia puede ser el factor para acabar con imperios, más aún proyectos políticos que estaban naciendo.

 

Que más que claro, que quienes ganaron tienen una mayor responsabilidad y tienen que cumplir, sino en las próximas elecciones –si es que quieren reelegirse- también saldrán irremediablemente.

 

Los electores, cada vez más informados, serán –creo yo- mucho más vigilantes de sus alcaldes, diputados locales y federales, además de senadores, gobernadores y del propio presidente de la república.

 

Ya dieron la muestra que no creyeron en esos candidatos que se dijeron independientes, ni de autoridades y legisladores en turno que pecaron de soberbios.

 

Al igual, quedó evidenciado que los candidatos deben saber escuchar y no creer que lo saben todo, además de no comprar “espejitos” a esos “asesores” en materia política y medios de comunicación solo por baratos y saber lamer los zapatos.

 

Tampoco tienen cabida ya, esos candidatos que solo llegan por capricho u ocurrencia, que carecen de recursos, talentos y humildad, pero que les sobra la prepotencia y un falso ego que lo único que les deja es una amarga derrota.

 

Es obvio que la política debe profesionalizarse, que se debe evitar que lleguen a cargos públicos los amigos, compadres o familiares, sobre todo cuando carecen de experiencia y no cumplen con el perfil indicado para ocupar un puesto público.

 

Los ciudadanos y ciudadanas seguirán encargándose de recordarles a las nuevas autoridades que si se equivocan ya no habrá privilegios, si se equivocan lo tendrán que pagar en las urnas.